El caballo es como un barómetro emocional capaz de percibir signos, por sutiles que sean, de ira, temor, angustia, miedo, alegría, tristeza… y necesitará acercarse, alejarse de nosotros o dejar de participar dependiendo de lo que le estamos transmitiendo. La conducta del caballo señala a nuestra propia conducta, consciente o inconsciente, y nos indica que algo tenemos que observar y elaborar. Al tomar conciencia de que algo ocurre podemos abordarlo.
El caballo nos devuelve una imagen objetiva de nuestros estados externos e internos, ya sea de manera manifiesta o encubierta, lo que nos permitirá identificarlos y cambiar lo que esté a nuestro alcance cambiar o aceptar lo que sea necesario aceptar, para conseguir vivir acorde con la persona que realmente somos y disfrutarlo.
El trabajo podrá realizarse de manera individual (tú y el caballo), de pareja (tú, tu pareja y los caballos), familiar (con algún miembro de tu familia) o grupal. Dependiendo de tu disponibilidad y preferencia.
Ponte en contacto conmigo y te explicaré donde será la sesión, ya que el lugar es diferente dependiendo si nos vemos durante la semana o en fin de semana.